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¿Por qué estirar la seda de araña la hace más resistente? 🕷️
Publicado por Cédric, Autor del artículo: Cédric DEPOND Fuente:Science Advances Otros Idiomas: FR, EN, DE, PT
La seda de araña, ya conocida por su resistencia excepcional, revela un proceso de fabricación sorprendente. Investigadores han descubierto que el estiramiento juega un papel clave en la solidez de estas fibras naturales, abriendo el camino a aplicaciones innovadoras.
Este estudio, realizado por un equipo de la Universidad Northwestern, combina modelización informática y experimentos de laboratorio para comprender cómo el estiramiento transforma la estructura molecular de la seda. Los resultados podrían permitir innovar en el diseño de materiales bioinspirados, desde suturas médicas hasta chalecos antibalas.
El papel del estiramiento
Cuando una araña teje su telaraña, estira la seda con sus patas traseras. Este gesto, lejos de ser insignificante, alinea las cadenas de proteínas y aumenta el número de enlaces de hidrógeno entre ellas. Estas modificaciones hacen que la seda sea más resistente y elástica, una propiedad esencial para capturar presas o resistir las inclemencias del tiempo.
Gracias a simulaciones numéricas, los investigadores observaron este fenómeno a escala nanométrica. Constataron que el estiramiento transforma grupos de proteínas desordenados en una red interconectada, reforzando así la fibra. Antes del estiramiento, las proteínas forman estructuras globulares compactas, pero el proceso de tracción las alinea y organiza en capas superpuestas, creando una arquitectura molecular optimizada para la resistencia.
a) Instantáneas de una proteína de seda simulada a 16 repeticiones en estado no estirado y simulaciones DPD de sistemas de seda hilada. b) Instantáneas de una proteína de seda a 16 repeticiones en estado estirado bajo el efecto de una fuerza de tracción (Fp) aplicada en los extremos, con simulaciones DPD de sistemas de seda estirada. c) Deformación de alta frecuencia para estirar las fibras hasta la ruptura y medir sus propiedades mecánicas relativas.
Experimentos de laboratorio confirmaron estas predicciones. Al estirar fibras de seda artificial, el equipo reprodujo las propiedades mecánicas de la seda natural, validando la importancia de este proceso. Las pruebas mostraron que una fibra estirada hasta seis veces su longitud inicial se vuelve significativamente más fuerte, demostrando que el estiramiento es una clave para ajustar las propiedades de los materiales bioinspirados.
Aplicaciones prometedoras
La seda de araña, más fuerte que el acero y más resistente que el Kevlar, ha interesado a los científicos desde hace mucho tiempo. Sin embargo, su cría a gran escala es difícil, lo que ha llevado a los investigadores a desarrollar alternativas sintéticas. Estos materiales podrían reemplazar los plásticos derivados del petróleo, ofreciendo una solución tanto eficiente como ecológica.
Los trabajos del equipo podrían permitir diseñar materiales con propiedades ajustables. Por ejemplo, al modular el estiramiento, sería posible producir fibras adaptadas a usos específicos, como suturas biodegradables o textiles ultrarresistentes. Estas innovaciones podrían impactar sectores como la medicina, donde la seda podría usarse para hilos de sutura o geles adhesivos, o incluso la industria, con materiales ligeros y resistentes para equipos de protección.
Estos avances también podrían reducir nuestra dependencia de los plásticos derivados del petróleo, ofreciendo una alternativa ecológica y eficiente. Al reproducir los mecanismos naturales de la seda de araña, los investigadores esperan crear materiales sintéticos con rendimientos similares, abriendo el camino a aplicaciones innovadoras en diversos campos, desde la moda hasta la aeroespacial.
Para profundizar: ¿Cómo producen las arañas su seda?
Las arañas fabrican su seda en glándulas especializadas, donde las proteínas solubles se transforman en fibras sólidas. Este proceso, llamado hilado, se activa cuando la seda se estira al salir de las hileras. Estas glándulas producen diferentes tipos de seda, cada una adaptada a usos específicos, como la construcción de telarañas, la captura de presas o la protección de los huevos.
La seda comienza en forma líquida, pero al pasar por las hileras, se solidifica. El estiramiento aplicado por la araña alinea las proteínas, lo que refuerza la estructura final. Esta transformación es esencial para crear fibras tanto fuertes como elásticas, capaces de resistir tensiones mecánicas. Las arañas ajustan la tensión y la velocidad de estiramiento para producir hilos con propiedades variadas, adaptados a sus necesidades.
Este proceso natural, optimizado por millones de años de evolución, inspira a los científicos para desarrollar métodos de producción sintética. Al comprender cómo las arañas controlan la formación de sus fibras, los investigadores esperan reproducir estos mecanismos en el laboratorio, abriendo el camino a materiales innovadores y eficientes.