El BiVACOR Total Artificial Heart (TAH) se diferencia de otros corazones artificiales por carecer de latidos. Funciona con una turbina rotativa, inspirada en la tecnología MAGLEV utilizada en trenes de alta velocidad, para hacer circular la sangre.
Este mecanismo innovador reduce los riesgos de desgaste mecánico y minimiza los traumatismos sanguíneos, disminuyendo así las complicaciones asociadas con los dispositivos tradicionales. El titanio, material principal de este corazón artificial, ha sido elegido por su durabilidad y biocompatibilidad, otorgando al BiVACOR una resistencia aumentada frente a reacciones biológicas indeseadas.
Esta implantación marca el comienzo de un estudio clínico realizado bajo el auspicio de la U.S. Food and Drug Administration (FDA), dirigido a evaluar la seguridad y el desempeño del BiVACOR TAH como solución temporal para pacientes con insuficiencia cardíaca severa, en espera de un trasplante. Se espera incluir a cuatro pacientes más en este estudio, fortaleciendo la esperanza de que esta tecnología pueda satisfacer la creciente necesidad de soluciones de soporte circulatorio mecánico.
La insuficiencia cardíaca es un problema de salud pública significativo, afectando a aproximadamente 26 millones de personas en todo el mundo. Frente a la escasez de corazones de donantes, que limita los trasplantes a menos de 6,000 por año a nivel mundial, el BiVACOR TAH representa un avance significativo. Podría ofrecer una solución temporal para miles de pacientes, ya sea mientras esperan un corazón de donante o como un posible reemplazo a largo plazo.
Este éxito es el resultado de diez años de investigación y desarrollo. Daniel Timms, el fundador de BiVACOR, destacó el papel esencial del primer paciente y su familia, así como la dedicación del equipo médico. La implantación exitosa de este corazón artificial en humanos, después de ensayos previos en animales, marca un avance significativo en el campo de los dispositivos cardíacos. Estudios futuros determinarán si el BiVACOR TAH puede convertirse en una alternativa viable para reemplazar completamente un corazón fallido.