¿Podría existir una región desconocida en los confines de nuestro Sistema Solar poblada de cuerpos celestes? Los recientes descubrimientos de la misión New Horizons de la NASA parecen apuntar hacia esta sorprendente posibilidad, cuestionando nuestra comprensión de los límites del Sistema Solar.
La misión New Horizons, lanzada en 2006, ha superado los límites de nuestro conocimiento al explorar Plutón en 2015 y el objeto de la Cinturón de Kuiper (KBO) Arrokoth en 2019. A lo largo de su viaje de 18 años y 8 mil millones de kilómetros (53 Unidades Astronómicas) a través del Sistema Solar, esta nave espacial ha revelado detalles fascinantes sobre el Cinturón de Kuiper, una vasta zona situada mucho más allá de Neptuno, poblada por cientos de miles de objetos helados y rocosos. Estos objetos son considerados los bloques de construcción planetarios de nuestro Sistema Solar.
Concepción artística de la nave espacial New Horizons. Crédito: Johns Hopkins University Applied Physics Laboratory/Southwest Research Institute
Utilizando el instrumento Venetia Burney (SDC), New Horizons ha detectado niveles de polvo más elevados de lo esperado, sugiriendo que la densidad de la población de objetos del Cinturón de Kuiper y de polvo podría extenderse a miles de millones de kilómetros más allá de las estimaciones actuales. Este descubrimiento podría indicar la existencia de un cinturón adicional más allá del ya conocido, o de una expansión significativa de la región.
Estos resultados se publicaron en la edición del 1 de febrero de The Astrophysical Journal Letters. Ilustran la complejidad del Cinturón de Kuiper y su capacidad para generar polvo mediante colisiones entre sus objetos o por el impacto de polvo microscópico proveniente del exterior del Sistema Solar.
En los últimos tres años, mientras New Horizons viajaba de 45 a 55 unidades astronómicas (UA) del Sol (una UA equivale a la distancia entre la Tierra y el Sol, aproximadamente 150 millones de kilómetros), el instrumento SDC registró estas sorprendentes cantidades de polvo. Estas observaciones, junto con los descubrimientos de telescopios terrestres, como el Subaru japonés en Hawái, indican que el Cinturón podría extenderse hasta 80 UA, o incluso más.
Los científicos continúan examinando otras razones posibles para estos altos niveles de polvo detectados por el SDC, incluyendo la hipótesis de que la presión de radiación y otros factores podrían empujar el polvo creado en el Cinturón de Kuiper interno más allá de 50 UA.
A medida que New Horizons continúa su viaje, apuntando más allá de 100 UA del Sol, esta misión tiene el potencial único de descubrir aún más sobre el cinturón de Kuiper, las fuentes de polvo, así como sobre el polvo interestelar.