Los pájaros, esos descendientes directos de los dinosaurios, presentan una diversidad fascinante, en particular entre aquellos capaces de volar y las especies como los pingüinos y las avestruces, adaptadas a una vida sin vuelo. Un estudio reciente publicado en la revista PNAS destaca características comunes en las plumas de los pájaros voladores, ofreciendo pistas sobre la evolución del vuelo desde sus ancestros dinosaurios.
Crédito: Yosef Kiat
Los investigadores analizaron cientos de pájaros conservados en museos, descubriendo que todos los pájaros voladores comparten una regla simple: poseen entre 9 y 11 plumas primarias en sus alas. Este hallazgo sugiere que la capacidad de vuelo evolucionó una sola vez entre los dinosaurios, subrayando la importancia de las plumas en el éxito evolutivo de estas especies.
El estudio de la morfología de las plumas a lo largo del tiempo ha permitido distinguir a los pájaros de los dinosaurios no avianos. Por ejemplo, las plumas asimétricas son una característica distintiva de los pájaros capaces de volar, mientras que las plumas simétricas se encuentran en aquellos que no vuelan. Al examinar especímenes fósiles, los investigadores pudieron aplicar estos criterios para inferir las capacidades de vuelo de algunas especies extintas.
Esta investigación también enfatiza la importancia de las plumas no solo para el vuelo sino también para otras funciones como la aislación térmica o la seducción, como fue el caso de dinosaurios como el Velociraptor, que, aunque tenía plumas, no era capaz de volar. El estudio de los pájaros modernos y los fósiles ha permitido trazar una línea evolutiva compleja, revelando cómo los rasgos relacionados con el vuelo tardaron millones de años en evolucionar.
Las implicaciones de estos descubrimientos van más allá de la simple comprensión de la evolución del vuelo. Ofrecen nuevas perspectivas sobre cómo los pájaros se adaptaron a diversos ambientes, conservando ciertos rasgos de sus ancestros mientras desarrollaban nuevas características para satisfacer sus necesidades específicas. Estos resultados enriquecen nuestra comprensión de la evolución de los dinosaurios hacia los pájaros, subrayando el papel crucial del vuelo y las plumas en su éxito evolutivo.