En caso de extinción humana, esta es la especie que dominará el mundo 🌍

Publicado por Cédric,
Autor del artículo: Cédric DEPOND
Fuente: The European
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Imaginemos un futuro en el que la humanidad ha desaparecido, dejando atrás ecosistemas en plena transformación. Las interacciones entre especies se reorganizan y surgen nuevas dinámicas, dando forma a un nuevo equilibrio.

En este nuevo orden natural, criaturas que antes eran discretas comienzan a desempeñar un papel preponderante. Su adaptabilidad y capacidades únicas les permiten imponerse gradualmente como actores clave en este entorno en evolución. Estos seres, a menudo desconocidos o subestimados, revelan rasgos que los distinguen de otras formas de vida.


Es en este contexto de renovación que los pulpos emergen como una fuerza dominante inesperada. Aunque alejados de los humanos por su apariencia singular y su hábitat complejo, poseen impresionantes capacidades cognitivas.

Su sistema nervioso descentralizado, ampliamente distribuido en sus brazos, les confiere una agilidad y autonomía inigualables. Esta particularidad permite que cada tentáculo piense y reaccione de manera independiente, ofreciendo una ventaja considerable para manipular objetos, explorar su entorno y adaptarse rápidamente a los cambios en su hábitat.

El profesor Tim Coulson, de la Universidad de Oxford, destaca que su inteligencia es una de las más avanzadas del reino animal. Los pulpos pueden resolver problemas complejos, como abrir frascos o escapar de recintos en laboratorios. Aprenden rápidamente, tienen memoria, e incluso planifican, características que a menudo se asocian con los mamíferos superiores.

Otro punto fuerte es su sobresaliente adaptabilidad. Los pulpos viven en una multitud de entornos, desde aguas profundas hasta arrecifes costeros. Algunas especies pueden sobrevivir fuera del agua hasta 30 minutos, un potencial que, según Tim Coulson, podría abrir la vía a una evolución hacia comportamientos terrestres.

A diferencia de los primates, a menudo percibidos como nuestros sucesores naturales, los pulpos no dependen de estructuras sociales complejas. Esta independencia los hace particularmente resilientes en entornos inestables, donde otras especies podrían fracasar.


Pero su posible dominación no estaría exenta de límites. Su corto ciclo de vida, que rara vez supera los cinco años, y su modo de reproducción solitario plantean límites a la aparición de sociedades complejas. Sin embargo, la evolución, con sus mutaciones impredecibles, podría compensar estas debilidades en miles o incluso millones de años.

El potencial civilizatorio de los pulpos también alimenta hipótesis interesantes. Tim Coulson imagina comunidades submarinas organizadas, e incluso artefactos artificiales que les permitan explorar la tierra firme.

Finalmente, otros aspirantes, como los córvidos o los delfines, a veces son considerados como sucesores del hombre. No obstante, sus limitaciones biológicas o de comportamiento, como los instintos o la necesidad de grupos sociales cohesionados, los hacen menos aptos para los problemas de un mundo poshumano.

Los pulpos, con su ingenio y flexibilidad, ofrecen una visión de un futuro donde el genio de la vida encontraría una nueva expresión. Si bien su ascenso sigue siendo hipotético, ilustra la creatividad de la vida frente a los trastornos planetarios.

¿Cuáles son las capacidades cognitivas de los pulpos?


Los pulpos se destacan por su notable inteligencia, a menudo comparada con la de los mamíferos más evolucionados. Su cerebro, aunque pequeño, cuenta con cerca de 500 millones de neuronas, la mayoría de las cuales se encuentran en sus tentáculos. Esta particularidad les otorga una coordinación excepcional y la capacidad de realizar tareas complejas de manera independiente.

Sobresalen en la resolución de problemas, como lo demuestran experimentos en los que desenroscan frascos para acceder a la comida. Estos cefalópodos también utilizan herramientas, una capacidad rara entre los animales, e incluso son capaces de construir refugios ensamblando conchas.

Su memoria también es impresionante. Aprenden de sus errores, reconocen a individuos humanos y adaptan su comportamiento según experiencias pasadas. Esta plasticidad mental es un testimonio de su habilidad para ajustarse a entornos cambiantes.

Finalmente, su capacidad de comunicarse es única. Modulan el color y la textura de su piel para expresar emociones o engañar a los depredadores, revelando una inteligencia social sutil, aunque su vida sea mayormente solitaria.
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