Astrónomos detectan una firma de vida extraterrestre aún más fuerte que en la Tierra 👽

Publicado por Cédric,
Autor del artículo: Cédric DEPOND
Fuente: The Astrophysical Journal Letters
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A 124 años luz de la Tierra, un planeta clasificado como supertierra o una mini-Neptuno emociona a los astrónomos. Las últimas observaciones del telescopio James Webb revelan moléculas características en su atmósfera, reavivando el debate sobre la vida extraterrestre.


Este descubrimiento se basa en el análisis minucioso de la luz filtrada por la atmósfera de K2-18b. Aunque los resultados no constituyen una prueba definitiva, abren una nueva era en la búsqueda de biofirmas más allá del Sistema Solar.

Los indicios químicos de una posible vida


Los investigadores encontraron lo que identificaron como sulfuro de dimetilo (DMS) y/o disulfuro de dimetilo (DMDS), compuestos asociados con la actividad biológica en la Tierra. Estas moléculas, detectadas con una certeza estadística del 99.7%, podrían sugerir la presencia de microorganismos en un entorno oceánico.

Sin embargo, estas sustancias también podrían provenir de procesos geoquímicos desconocidos. Las concentraciones observadas son miles de veces superiores a las de nuestro planeta, un fenómeno que intriga a los científicos.

El equipo de la Universidad de Cambridge se mantiene cauteloso, destacando la necesidad de verificaciones adicionales. El telescopio James Webb deberá realizar entre 16 y 24 horas más de observaciones para confirmar estos resultados.

Un mundo híbrido con múltiples hipótesis


K2-18b, ocho veces más masiva que la Tierra, orbita alrededor de una enana roja en 33 días. Algunos modelos sugieren que podría albergar un vasto océano bajo una atmósfera rica en hidrógeno, mientras que otros plantean que podría ser un planeta gaseoso o volcánico.

Los escépticos señalan las altas temperaturas y la ausencia de pruebas directas de agua líquida. La detección previa de metano, inicialmente interpretada como vapor de agua, ilustra las incertidumbres persistentes.

A pesar de estas divergencias, K2-18b sigue siendo un laboratorio único para estudiar las condiciones de habitabilidad. Las próximas observaciones podrían decidir entre un mundo hostil y un ecosistema potencial.

Para saber más: ¿Cómo analiza el telescopio James Webb las atmósferas?


El JWST utiliza una técnica llamada espectroscopia de transmisión. Cuando un exoplaneta pasa frente a su estrella, una mínima parte de la luz atraviesa su atmósfera. Las moléculas presentes absorben longitudes de onda específicas, creando patrones distintivos en el espectro luminoso.

El instrumento MIRI del telescopio, especializado en el infrarrojo medio, es particularmente adecuado para detectar moléculas orgánicas complejas. A diferencia de telescopios anteriores, su sensibilidad permite identificar compuestos incluso en baja concentración. Esta tecnología fue esencial para detectar el sulfuro de dimetilo en K2-18b.

El análisis se basa en la comparación con modelos teóricos y datos experimentales. Los científicos deben eliminar interferencias potenciales y confirmar que las firmas espectrales corresponden realmente a las moléculas sospechadas. Este proceso riguroso explica por qué se necesitan varias observaciones para validar un descubrimiento.
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